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Una pyme familiar que apuesta por la integración porcina: producción de embutidos
09 August 2025ARGENTINA – En la provincia de Buenos Aires, el Frigorífico Sersale es modelo integrado de producción porcina y elaboración de alimentos con identidad. Dirigido por Marcelo Sersale, tercera generación de una familia de origen italiano, esta pyme combina tradición, innovación y arraigo territorial.
La empresa cuenta con 400 madres en producción y un sistema de ciclo completo (desde la inseminación artificial hasta el capón terminado para faena), y beneficia semanalmente entre 80 y 90 capones, animales magros, ideales para elaborar fiambres de calidad.
“Buscamos una buena conversión de carne para productos como jamón cocido, crudo, salame, bondiola o mortadela”, explica Marcelo. Así mismo, comercializa carne fresca en su propio punto de venta al público, con cortes clásicos como pechito, bondiola y solomillo, reporta Clarin.
Frigorífico Sersale nació hace 55 años, cuando el abuelo de Marcelo -inmigrante italiano- comenzó vendiendo carne de manera ambulante. Luego abrió una carnicería y empezó a elaborar embutidos con recetas traídas de Europa: longaniza, soppresata, spianata, jamón crudo estacionado por un año, entre otros. “Las recetas tienen mucha impronta italiana, aunque algunas se fueron adaptando al gusto argentino”, cuenta Marcelo con orgullo.
La granja la iniciaron hace unos 15 años, la familia recuperó un establecimiento que lo habían abandonado y decidió iniciar la actividad. Sumaron tecnología y escala, con automatización de comederos, una planta propia de alimento y un silo de 120 toneladas, donde almacenan los granos.
La producción mensual ronda las 100 toneladas de embutidos, a lo que se sumó recientemente una línea de quesos artesanales, elaborados con leche de tambos vecinos.
Innovación y proyección
El Frigorífico Sersale ha desarrollado productos innovadores, como milanesas de cerdo, muy bien aceptadas por su rendimiento, y hamburguesas de bondiola de 130 gramos, vendidas en cajas de ocho unidades.
Aunque parte de la materia prima se completa con la compra de animales en pie y algunos cortes importados desde Brasil, el corazón de la producción es local. “El cerdo brasilero es muy magro y viene todo limpio, lo que mejora el rendimiento. Lo usamos en momentos puntuales para determinadas elaboraciones”, señala.
A corto plazo, la pyme proyecta incorporar 200 madres más y ampliar su capacidad de almacenamiento de granos. “La idea es crecer de forma ordenada y seguir apostando a la integración”, explica.
Buscan integrar el sector
Marcelo Sersale sostiene que “La actividad porcina es rentable, pero falta integración real entre los productores y las fábricas. Históricamente, cuando el cerdo sobraba, las reglas las ponía la industria; y cuando faltaba, el productor pedía cualquier precio. Eso no sirve. Tiene que ser un ganar-ganar”.
También mencionó la inestabilidad estructural: “Muchos productores de maíz se vuelcan al cerdo cuando el cereal está barato, y se van cuando sube. Eso genera desequilibrios. Tiene que haber más compromiso con la actividad porcina como proyecto de largo plazo”.
Del equipo de redacción de ElSitioPorcino






