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Penn State Extension: Conversaciones y biotecnología porcina
10 November 2025En una era donde se exige la trazabilidad de los productos desde la granja hasta el consumidor, los ganaderos deben asegurarse de criar cerdos que cumplan con los estándares de sus clientes. La trazabilidad es importante para todos los clientes: locales, nacionales e internacionales. Con frecuencia, la voz más influyente en la industria porcina es la del mercado global.
Fuente: Penn State Extension
Título del articulo: Conversations and Pork Biotechnology
Por: Elizabeth Hines
En octubre de 2019, dos importantes productores de carne de cerdo, JBS Swift y Tyson Foods, anunciaron la prohibición de la ractopamina en su cadena alimentaria. El momento de esta decisión no podría estar más relacionado con los mercados globales: Asia aún se recupera del impacto de la peste porcina africana. Las pérdidas continúan siendo enormes y, en una región del mundo donde la carne de cerdo es un alimento básico, la demanda es alta. Sin embargo, para abastecer este mercado, los productores estadounidenses deben modificar algunas de sus prácticas habituales de biotecnología, incluido el uso de la ractopamina.
El uso responsable de la biotecnología contribuye a mejorar la eficiencia de la producción porcina. En Estados Unidos, su uso ha beneficiado enormemente la disponibilidad de carne de cerdo y ha mantenido los precios de los alimentos asequibles para la población, sin embargo, su uso en Estados Unidos también depende del mercado (incluido el uso de ractopamina). La ractopamina, conocida por la marca Paylean®, es un aditivo alimentario aprobado por la FDA que prolonga brevemente el crecimiento magro del cerdo y retrasa la acumulación de grasa durante un corto período. Para los porcicultores, esto resulta útil para mejorar la eficiencia alimentaria y el rendimiento de carne magra en cerdos en la fase final de engorde. Además, los aficionados a la cría de cerdos para exposiciones utilizan ractopamina para evitar que los cerdos de mayor tamaño acumulen demasiada grasa justo antes de la competencia.
En Pensilvania, al igual que en el resto de los Estados Unidos, el uso de ractopamina por parte de los porcicultores depende del mercado. Esto no se debe a que la ractopamina sea un producto inseguro, sino a que existen mercados locales y nacionales para la carne de cerdo criada sin ractopamina. De forma similar a la demanda de carne de cerdo criada sin antibióticos, en pastos o de razas autóctonas especiales, estos productos porcinos especiales se etiquetan debido a la demanda de los consumidores. Sin embargo, debido al etiquetado, es fácil pasar por alto las regulaciones ya vigentes para la seguridad alimentaria en Estados Unidos.
Como muchas biotecnologías, el uso de ractopamina es controvertido en todo el mundo. En Estados Unidos, el uso legal de medicamentos, suplementos alimenticios, antibióticos y productos veterinarios en animales de consumo está estrictamente regulado en las instalaciones de procesamiento inspeccionadas por el USDA mediante pruebas de residuos. Los residuos son rastros del medicamento, suplemento, antibiótico u otro producto que se pueden encontrar en el tejido. Los residuos se eliminan con el tiempo a medida que el animal metaboliza esos productos. Cualquier carne con niveles de residuos inseguros se retira de la cadena alimentaria.
Para las plantas procesadoras, cualquier animal que dé positivo a residuos representa un gasto y una pérdida de producto comercializable. Para los porcicultores, la pérdida de carne comercializable en la planta probablemente genere una ruptura en la relación entre la planta procesadora y el productor, y potencialmente la pérdida de un mercado para su carne de cerdo. Perder este mercado pone en riesgo el éxito de su negocio porcino. Esto incluye a los cerdos de exhibición. Para que las exhibiciones continúen, es necesario conocer la demanda de los clientes en los mercados donde se venden los cerdos después de la exhibición, para asegurar que exista un mercado para ellos y que las exhibiciones puedan seguir celebrándose en los próximos años.
A pesar de estas regulaciones, algunos clientes —locales, nacionales e internacionales— preferirían que ciertos productos no se utilizaran en absoluto. Para participar en cualquier mercado, es fundamental satisfacer las demandas de los clientes. Participar en cualquier mercado implica que el productor o engordador de cerdos tenga la responsabilidad de saber dónde se venden sus cerdos y de asegurarse de que se cumplen las expectativas de sus clientes. Independientemente del tamaño de su explotación, esto requiere dialogar con sus clientes. Ya sean los clientes del mercado agrícola local, la carnicería del barrio, una empresa empacadora nacional o una multinacional, asegúrese de tener esa conversación mucho antes de estar listo para vender sus cerdos.
¿Cómo pueden los productores porcinos, grandes y pequeños, utilizar las biotecnologías y mantener sus mercados y operaciones funcionando sin problemas?
• Trabaje con un veterinario, un nutricionista y un técnico de extensión agrícola. Los expertos le ayudarán a comprender el uso responsable de las biotecnologías, como la ractopamina, y de intervenciones veterinarias como los antibióticos.
• Lea la etiqueta de cualquier producto que vaya a utilizar. El etiquetado de todos los productos describe su uso legal según la aprobación de la FDA. El uso de productos que no se incluyan en la etiqueta solo es legal según recomendaciones veterinarias. Esto incluye suplementos alimenticios.
• Respete los periodos de . Estos periodos, que se encuentran en la etiqueta, son clave para una producción de alimentos responsable.
• Hable con su cliente. Conozca sus expectativas, incluso si se trata de una gran empacadora o de su vecino. Asegúrese de hablar sobre el uso responsable de la biotecnología; esta conversación beneficia tanto al productor como al cliente.
El uso de biotecnologías ofrece numerosas ventajas para los productores porcinos. Sin embargo, no todos los clientes están preparados para integrarlas en su sistema alimentario. Mantener una postura común con sus clientes respecto al uso de biotecnología les permitirá conservar el acceso al mercado y garantizar el buen funcionamiento de su explotación porcina.
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