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Síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) en América Latina

07 September 2016

Los estudios llevados a cabo en México, Chile y Colombia indican que el PRRS sigue siendo un desafío importante para la salud de los cerdos en América Latina. Dichos estudios se presentaron en diversas sesiones en el 24to Congreso de la Sociedad Internacional de Veterinarios Porcinos celebrado en junio de 2016 en Dublín, Irlanda.

Resultados histopatológicos y moleculares en cerdos demacrados en México

J. Segalés de Barcelona y sus colegas de universidades españolas y mexicanas identificaron lesiones microscópicas así como la presencia de diversos virus en lechones demacrados.

El adelgazamiento de los lechones después del destete es un problema que afecta a la porcicultura a nivel mundial. Las enfermedades víricas más importantes asociadas a este problema en México son la enfermedad sistémica por circovirus porcino tipo 2 (PCV2), el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) y la enfermedad del ojo azul provocada por el rubulavirus porcino (PoRV), la cual solo se halla en México. Dichas enfermedades provocan importantes pérdidas económicas y predisponen a los cerdos a coinfecciones, especialmente a infecciones bacterianas.

Se realizaron treinta y siete necropsias de cerdos en mala condición física en la región del Bajío en México. La muestra consistía en cerdos de 6 a 16 semanas de edad con un notable retraso en el crecimiento (una condición física de 1 o 2).

Desde el punto de vista histopatológico, se observó neumonía intersticial en 25 de 37 (68%) lechones, bronconeumonía catarral purulenta en 7 de 37 cerdos, neumonía broncointersticial en 5 de 37 cerdos y pleuroneumonía fibrinohemorrágica necrosante en 2 de 37 animales. Asimismo, se observó un grado variable de disminución de los linfocitos producidos por los órganos linfáticos en 14 de 37 (38%) animales.

Un total de 16 cerdos de 37 (43%) dieron positivo como portadores del virus PRV2 mediante la reacción en cadena de la polimerasa, 18 casos (49%) dieron positivo en la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa para el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (cepa norteamericana) y 1 cerdo (3%) dio positivo para el rubulavirus porcino.

Se observó coinfección del PCV2 y del virus del PRRS en 7 lechones de un total de 37 (19%), si bien solo un lechón dio positivo para el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino y el PoRV. Por último, 10 de 37 (27%) animales dieron negativo para los tres virus.

Los estudios demostraron que el 73% de los cerdos demacrados tenían infecciones o coinfecciones del virus del PRRS y del PCV2.

Cabe destacar que el 38% de los cerdos tenían lesiones pulmonares que parecían indicar la presencia de infecciones bacterianas. Es posible que la inmunosupresión o inmunomodulación potencial de origen vírico (fundamentalmente, PCV2 o el virus del PRRS) hayan favorecido la aparición de dichas infecciones.

Los resultados demuestran que el PCV2 y el virus del PRRS muy a menudo están presentes (por sí solos o junto con otros virus) en cerdos demacrados de las granjas mexicanas. El PoRV desempeñó un papel relativamente insignificante en el adelgazamiento de los cerdos que fueron objeto del estudio.

Vigilancia epidemiológica del PRRS en explotaciones porcícolas de Yucatán

En el primero de dos estudios realizados por A. Alzina López y sus colegas de la Universidad Autónoma de Yucatán, México, se determinó el estado del PRRS en cerdas de reemplazo y verracos.
El estado de Yucatán en el sudeste de México es una de las principales áreas de producción porcina del país.

La adquisición de cerdas jóvenes de reemplazo (primerizas) constituye el riesgo principal de introducción de una enfermedad a granjas sin infección o, en este caso, la introducción de una nueva variedad del virus en granjas infectadas. La posibilidad de que los verracos transmitan el PRRS es significativa, incluso cuando el animal no haya mostrado signos de portar la enfermedad después de la infección.

El objetivo del estudio era determinar el estado de salud de las cerdas de reemplazo y verracos que se utilizaban para el apareamiento natural o como donadores de semen en relación con el virus del PRRS en granjas que empleaban diferentes medidas de control y prevención de dicha enfermedad.

Las muestras de sangre se tomaron con el fin de extraer suero de animales provenientes de 23 granjas que producen sus propios reemplazos de hembras. También se tomaron muestras de otras 25 granjas en las que se practica el apareamiento natural. Cabe señalar que en Yucatán no hay un registro del muestreo del PRRS como ocurre en otras partes de México.

Resultados

- 8 de un total de 25 (32%) granjas con verracos dieron positivo en el virus del PRRS mediante estudio serológico.

- 36 sueros de un total de 128 (28,13%) verracos dieron positivo con el método ELISA X3.

- 15 de un total de 23 (65,22%) granjas que producen cerdas de reemplazo propias dieron positivo para el virus del PRRS.

- 625 sueros de los 1414 (44,21%) obtenidos a partir de cerdas de reemplazo dieron positivo con el método ELISA X3.

- Se hicieron pruebas mediante ELISA X3 en 4 áreas en cuarentena con 155 animales sin resultados positivos.

- Todas las muestras de verracos (36) que dieron positivo con ELISA X3 dieron negativo en la reacción en cadena de la polimerasa.

- 6 de un total de 635 muestras positivas con ELISA X3 de cerdas de reemplazo que provenían de dos granjas dieron positivo en la reacción en cadena de polimerasa.

Los resultados del método ELISA X3 indicaron que tanto las cerdas de reemplazo como los verracos habían sido expuestos al virus del PRRS (no se determinó el tiempo de exposición).

Con respecto a la prueba de reacción en cadena de la polimerasa, se sabe con certeza que solo dos granjas están infectadas con el virus del PRRS, ya que el suero no es la mejor manera de detectar el virus debido a la corta viremia.

Es posible concluir que al menos dos de las granjas analizadas están infectadas con el virus del PRRS. Asimismo, los resultados parecen sugerir que la prevalencia del PRRS es baja.

Se recomienda secuenciar las amplificaciones de la reacción en cadena de la polimerasa para determinar las cepas del virus que están presentes en las granjas infectadas a fin de poner en práctica medidas de control específicas, como la vacunación.

La dinámica del virus del PRRS en granjas con diferentes estrategias de control

El objetivo de un segundo estudio realizado por el mismo equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán era entender lo que le ocurre al virus causante del síndrome reproductivo y respiratorio porcino en las granjas que emplean diferentes estrategas de control de enfermedades.

Al igual que en la mayoría de las regiones de producción porcícola del mundo, muchas granjas en México dan positivo para el virus del PRRS. No obstante, en la región sudeste existe poca evidencia clínica de dicha enfermedad.

Se estudiaron 10 granjas con antecedentes serológicos, 4 de las cuales dieron resultados negativos y 6 dieron positivo. A su vez, en 3 de las granjas infectadas, el método de control empleado eran las vacunas preparadas con virus vivo modificado. La cuarta granja produce sus propias cerdas de reemplazo y verifica si hay animales 100 % seropositivos (SP> 0,4) antes de introducirlos en la piara. Las últimas dos granjas no practican estrategias de control.

En las granjas sin infección, dos de ellas tuvieron muestras 100% negativas y dos dieron positivo. Cinco granjas arrojaron resultados con el método ELISA X3 que eran incompatibles con sus resultados iniciales. Cuatro granjas dieron resultados negativos: dos de las cuales dieron 100% negativo con la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa y dos dieron positivo. La quinta granja que inicialmente había dado positivo dio 100 % negativo con el método ELISA X3.

Las granjas que inicialmente habían dado positivo presentaron al menos una muestra positiva con ELISA. Mediante la reacción en cadena de la polimerasa, tres granjas dieron positivo en al menos una muestra y tres fueron 100 % negativas. Las granjas con resultados negativos iniciales presentaron al menos una muestra positiva en ambas pruebas.

En vista de los resultados, dos granjas arrojaron diferentes resultados pese a no mostrar signos típicos del PRRS. Se confirmó que las muestras de los fluidos orales constituyen una buena alternativa a los estudios de vigilancia epidemiológica en cerdos de engorde.

Los resultados de la reacción en cadena de la polimerasa sugieren que la circulación del virus del PRRS en la mayoría de las granjas de Yucatán es baja.

Análisis de la reciente re-introducción del virus del PRRS en Chile

V. M. Neira Ramírez de la Universidad de Chile y sus colegas de Chile y Minnesota, EUA, observaron que el virus tipo 2 del síndrome reproductivo y respiratorio porcino se detectó por primera vez en Chile en el año 1999. El país declaró estar libre del virus en febrero 2013 pero en octubre de ese mismo año se volvieron a detectar casos del virus.

Este estudio describe el progreso de la epidemia del PRRS y figura un análisis filogenético realizado a fin de entender el origen y las vías de transmisión del virus PRRS en el país.

El primer caso se registró en una granja de cerdas ubicada en un área de alta densidad de población porcina. Los síntomas clínicos de la enfermedad fueron graves y la producción se vio muy afectada. Después de este caso, hubo varios brotes en zonas en donde se encuentra la mayoría de la producción porcina del país.

Se emplearon los datos del programa de erradicación nacional del PRRS, iniciado en 2014, para describir la epidemia. Se analizaron un total de 26 secuencias obtenidas entre octubre de 2014 y abril de 2015.

A fines del 2014, de los 2368 sitios de explotación porcina (de uso doméstico y comercial) del país, se detectó infección del virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino en 98 de ellos, 43 de los cuales eran sitios de explotación porcina comerciales y 55 de los cuales correspondían a explotaciones domésticas.

Las secuencias virales estaban íntimamente relacionadas con los virus norteamericanos del 2012 y 2013 y distaban mucho (identidad del ~85 %) del virus del PRRS chileno anterior.

De acuerdo con el análisis, los virus del PRRS de los años 2013 a 2015 que afectaron a Chile tenían un ancestro en común en mayo de 2012 y tenían otro ancestro en común que presentaba la secuencia más parecida (PRRSV2/Indiana/XW079/2013) en abril de 2011.

Los resultados demuestran que los virus que afectaron a Chile en 2013 eran distintos a los virus del PRRS anteriores, lo cual parece indicar que se introdujo un nuevo virus.

Asimismo, el tiempo transcurrido con respecto al ancestro común de los virus chilenos sugiere que dichos virus evolucionaros en cerdos chilenos al menos un par de meses antes de que fueran detectados en la primera explotación porcícola comercial.

Diversidad genética de las cepas colombianas del virus del PRRS aisladas entre 1998 y 2014

J. D. Mogollon Galvis y sus colegas de la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) realizaron un análisis filogenético de secuencias ORF5 obtenidas a partir de diferentes regiones de producción porcina en Colombia entre 1998 y 2014.

Se sabe que el virus del PRRS está presente en Colombia desde 1996. El virus muestra un alto grado de variación genética y cierta heterogeneidad antigénica. ORFS, el gen que codifica la glucoproteína de membrana más importante, es la diana de secuenciación estándar y es una herramienta valiosa para entender lo que ocurre en este campo.

Se recolectaron muestras de diferentes granjas porcinas infectadas ubicadas en siete departamentos colombianos en los que la producción porcina está bien desarrollada. Las secuencias ORF5 obtenidas se compararon usando 534 nucleótidos a partir de este gen. Se elaboró un dendograma con 55 cepas y 71 secuencias de referencia publicadas en el banco de genes que representaban familias de ambos genotipos.

Todas las cepas aisladas colombianas que se analizaron quedaron incluidas dentro del genotipo 2 y estaban íntimamente relacionadas con cepas de estirpe 5 donde se halló el prototipo VR2332. Las secuencias de genotipo 2 colombianas revelaron una similitud nucleotídica de ORF5 entre las cepas aisladas que oscilaba entre 91,2% y 99,8% y tenían entre un 57% y 60% de similitud nucleotídica con la cepa Lelystad.

Las 55 cepas aisladas colombianas también compartían una alta homología nucleotídica con la cepa de la vacuna preparada con virus vivo modificado contra el PRRS que se utilizó en el país hace unos 15 años.

Algunas granjas colombianas están infectadas con el virus del PRRS de genotipo II y su propagación parecer ser muy baja. Se detectaron variaciones nucleotídicas importantes dentro de los epítopos antigénicos ORF5 en algunas cepas aisladas recogidas en la misma granja o en las mismas regiones geográficas.

El estudio también demostró que existe una baja variabilidad genética entre las cepas en circulación, lo cual se puede explicar por la baja presión selectiva dado que el virus vivo modificado solo se empleó hasta el 2014. Es lógico concluir que las cepas circulantes pueden ser cepas derivadas del virus de la vacuna.

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