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Experiencias prácticas de vacunación contra virus PRRS a lechones lactantes

02 March 2016

La vacunación con diferentes tipos de vacunas, vivas atenuadas e inactivadas, de cepas americanas o europeas contra el virus PRRS (síndrome respiratorio y reproductivo porcino) no ha sido todo lo efectiva que hubiéramos deseado, sin embargo es una de las mejores herramientas de las que dispone el veterinario clínico para el control de los brotes de esta enfermedad.


Lechón muy retrasado con necrosis auricular y edema pulmonar consecuencia de la infección por virus PRRS

Artículo de Jesús M. Lamana, asesor veterinario, España.

El virus PRRS (síndrome respiratorio y reproductivo porcino) es una enfermedad pandémica que afecta a toda la cabaña mundial. Las pérdidas ocasionadas por el virus en la UE se pueden contabilizar por millones de euros cada año. Este virus se ha convertido en el patógeno más importante y devastador que afecta al ganado porcino desde el año 1991 en que aparece por primera vez en Europa.

La vacunación con diferentes tipos de vacunas, vivas atenuadas e inactivadas, de cepas americanas o europeas contra el virus no ha sido todo lo efectiva que hubiéramos deseado, sin embargo es una de las mejores herramientas de las que dispone el veterinario clínico para el control de los brotes de esta enfermedad.

Sabemos que los virus cuyo genoma está constituido por ARN, el virus del PRRS es uno de ellos, forman el grupo principal de los patógenos subcelulares y tienen una singular capacidad para generar una amplísima variabilidad genética. La nueva infección por este tipo de virus puede iniciarse con muy pocas partículas víricas que se replicarán miles de millones de veces hasta alcanzar la carga vírica propia de la infección.

Estos virus poseen además la tasa de mutación más alta de entre todos los organismos vivos. Esta es una de las causas de que no sean tan eficaces las vacunas contra el virus del PRRS que contra otras enfermedades víricas como el virus de la Enfermedad de Aujeszky que no posee esas características. Hay que constatar que al igual que las vacunas contra el virus PRRS no protegen de la infección, la mayoría de las vacunas licenciadas en ganado porcino tampoco protegen de la infección de los animales, sí de las pérdidas económicas ocasionadas por los patógenos como es el caso de la vacuna contra la neumonía micoplásmica o la enfermedad de Aujeszky, etc.

Estamos luchando contra una enfermedad que nos ha planteado a todo el sector porcino mundial, empresarios ganaderos, veterinarios, etc. unos de los retos más importantes referentes a las enfermedades en las dos últimas décadas.

Las vacunas contra el virus del PRRS han sido las más discutidas y denostadas de todas las que disponemos, pero los clínicos tenemos la obligación de intentar solucionar los problemas de las granjas y si se utilizan adecuadamente por un profesional en el momento adecuado son de una gran ayuda en resolver los brotes de la enfermedad. La vacunación debe de ir acompañada siempre de una serie de medidas de manejo, como el control de la reposición en la granja, un manejo en partos referente a las adopciones de lechones entra camadas, flujo de lechones en las instalaciones, etc., y también con una serie de tratamientos estratégicos contra los patógenos secundarios que son los que provocan la gravedad de la clínica en los cerdos.


El lechón pequeño habrá que sacrificarlo

Experiencias de vacunación

Voy a relatar la experiencia de vacunación con vacuna viva atenuada contra el virus PRRS pero no sólo a las cerdas madres, sino también a los lechones lactantes, ya que el problema provocado por el virus es muy grave y crónico en los lechones destetados, en la fase de transición, provocando problemas de tipo respiratorio y caquexia con al final una altísima mortalidad que puede llegar hasta el 12%.

La prueba la hice en una empresa cooperativa de granjas porcinas la mayor parte de ellas en ciclo cerrado con un censo medio de 400 cerdas con un manejo en bandas a 1 y otras a 3 semanas, durante un brote de PRRS en el año 2012. La anterior infección del virus en estas granjas databa del año 2005. Todas las granjas eran estables antes del brote, por lo tanto eran seropositivas a virus PRRS y también había ya bastantes subpoblaciones de cerdas seronegativas y otras con bajos títulos de anticuerpos por ELISA.

Las cerdas del grupo cooperativo durante unos siete años seguidos fueron vacunadas sistemáticamente con una vacuna inactivada contra virus PRRS, la vacuna era sistemáticamente inyectada en cada lactación y a las cerdas primerizas de reposición dos veces antes de la primera cubrición. Normalmente la vacunación se realizaba con unas buenas prácticas, cambio de agujas frecuente, jeringas desinfectadas, etc. Este tipo de vacunación no fue efectiva en el control de la nueva infección por el virus PRRS y de los síntomas clínicos provocados en las granjas, éste tipo de vacunas inactivadas pueden reforzar la inmunidad pero no sirven para el control del virus cuando desafía a los cerdos.

La entrada del virus en las granjas de la cooperativa fue a través de un grave fallo de bioseguridad ya que la granja origen de la genética se infectó con el virus PRRS y de ahí se enviaron cerdas de reposición a las granjas de producción que no se analizaron serológicamente al entrar ya que siempre eran de ese origen y se confiaba en que estaban libres del virus. La cepa que entró esta vez aun siendo de origen europeo era diferente a la que infectó anteriormente a las cerdas.


Camada afectada por virus PRRS, lechones desiguales, débiles, muchas bajas postdestete

Vacunación de las cerdas

Se vacunaron todas las cerdas con vacuna viva atenuada contra virus PRRS y se revacunaron al cabo de un mes, se hizo la vacunación en sabana, a todas las cerdas a la vez. Posteriormente se vacunó a todas las cerdas adultas cada cuatro meses y dos veces a las cerdas de reposición antes de la primera cubrición. La cepa que afectó a la explotación era altamente patógena ya que la enfermedad afectó a las granjas de media más de 6 meses, algunas tuvieron problemas en la fase de transición durante más de un año.

Con la vacunación sistemática de todas las cerdas con vacuna viva atenuada los problemas de tipo reproductivo se van solucionando, partos adelantados, aumento del número de lechones nacidos muertos y débiles, agalaxia en cerdas, hidrocefalia en los recién nacidos y en conjunto un aumento enorme de la mortalidad predestete.

La serología de los lechones en lactación se hizo en el laboratorio por la técnica de ELISA y demostró que los lechones nacían seropositivos (infección vertical) y a partir de ahí en la fase de destete la infección se iba generalizando de forma horizontal entre lechones. La detección del virus en la fase de transición se hizo con el sistema de las cuerdas que se ponen en los corrales de los lechones y que ellos muerden, luego se estrujan para extraer la saliva y se vierte en un tubo de plástico estéril de forma cónica, éste con sistema de frío se envía al laboratorio para hacer la técnica de la PCR de virus PRRS. Con el paso del tiempo y la vacunación en las cerdas no mejoramos los niveles de mortalidad en los destetes ni en el cebo y en algunas granjas ya había pasado más de una año desde el brote de PRRS. 


Lechones con diarrea colibacilar

Vacunación de lechones

En transición el número de bajas era de un 7%, en cebo alrededor de un 5%, con este panorama me decidí a vacunar tanto las cerdas madres con el protocolo anterior, la recría de cerdas jóvenes dos veces antes de la primera cubrición y la vacuna sistemática de todos los lechones lactantes a los 15 días de vida con objeto de intentar dar una inmunidad activa durante el período del destete que era la fase donde se acantona el virus PRRS y provoca graves problemas sobre todo de patología respiratoria.

La vacunación de las camadas se hizo con unas muy buenas prácticas de manejo, la aguja de tipo desechable se cambió en cada camada y las botas de los operarios se desinfectaban en pediluvio al entrar en otras salas de lactación. El patrón de infección en las salas de transición era el típico que provoca el virus PRRS, la serología indicaba que al cabo de cinco o seis meses posteriores al brote el virus circula entre los lechones siendo los de más edad, sobre las 8 semanas de vida, los que sistemáticamente infectan a los destetados, aparte de que algunos lechones aun nacían seropositivos y eran lechones que en el destete pasaban el virus a los compañeros. 

El círculo era constante y los resultados eran las bajas citadas así como el aumento de éstas por meningitis estreptocócica por Streptococcus suis tipo 2, a pesar de la medicación constante postdestete en el agua de bebida con Amoxicilina soluble durante 7 días. También había una prevalencia muy alta de epidermitis exudativa de tipo subaguado manifestada con heridas en los flancos y necrosis auricular, a nivel respiratorio hay muchos lechones con edema pulmonar y grave retraso en el crecimiento al final del período de transición. Muchos de éstos lechones al final de éste ciclo hay que sacrificarlos con el consiguiente aumento de las bajas y la desmoralización del ganadero. 


Cerdas de recría ya vacunadas

Sistemas de manejo

La vacunación contra virus PRRS del ganado no es una práctica suficiente para superar los brotes del virus, sin un manejo específico en las diferentes fases de la producción de la granja así como la implementación de una serie de tratamientos profilácticos no es posible conseguir la estabilización de la explotación respecto al virus.

En dos de las granjas se sacaron los lechones de la fase de destete, dejándola vacía y posteriormente lavando y desinfectando a fondo, como éstas granjas son de ciclo cerrado lo que se hizo es vender los lechones al destete para sacrificio (tostones). Fue un fracaso ya que en alguno de los lotes de destete posteriores hubo algún lechón o alguna camada seropositiva por lo que había lechones virémicos que volvieron a infectar a los lechones en la fase de transición y vuelta a la situación anterior donde el virus se transmite de los lechones de más edad a los recién destetados.

El sistema de manejo adoptado, reducción de las adopciones de lechones a las primeras 48 horas de vida de forma estricta. Manejo “todo dentro – todo fuera” de tal manera que no se podían dejar cerdas nodrizas con lechones retrasados, todos los lechones y cerdas al destete fuera de la sala de lactación. Este manejo implica que los lechones que no tienen suficiente peso o vitalidad se sacrificaban y no pasaban a la fase siguiente, igualmente se hizo en el destete respecto al cebo. El flujo de lechones siempre hacia delante sin dejar ninguna camada o lechón retrasado.

Aumentamos con la adopción del sistema en bandas a 3 semanas el tiempo de vacío sanitario a 5 días de promedio. En algunas naves se pudo lavar utilizando máquinas de agua caliente a presión.
En cuanto a lo que se refiere a los tratamientos profilácticos, en el agua de bebida al destete se medicó con Paracetamol durante dos días justo en el postdestete, Amoxicilina soluble durante 6 días y a la entrada en cebo con Tilmicosina, vía inyectable se utilizaron Cefalosporinas (ceftiofur sódico).

Control serológico de la reposición de entrada a las granjas. La granja de origen se contaminó del virus PRRS a través de los camiones de transporte del ganado. Estamos revisando los camiones de transporte de ganado, hablando con los chóferes y empresas de transporte, sobre todo las que nos recogen las cerdas de desvieje y los cerdos de cebo para ir a matadero, para así poner unas normas referentes a la bioseguridad, lavado, desinfección y posterior secado de los camiones con objeto de que vengan libres del virus PRRS, se ha demostrado que el calor es determinante en la eliminación del virus sobre cualquier superficie.


Situación de la granjas antes y después de la vacunación
contra virus PRRS con Unistrain PRRS

Recuperación de los parámetros productivos de transición y cebo

Conclusión

Con la vacunación de todos las cerdas madres, reposición y lechones destetados junto a las medidas de manejo y tratamientos profilácticos se consigue un drástico descenso de la mortalidad tanto en lechones como en cebo. Un número menor de lechones que eliminar por no ser viables y no poder pasarlos a cebo. El cálculo económico de la disminución de coste es de unos 0,050 €/ kg de peso vivo. 

Bibliografía

LAMANA, J.M. Manejo de las cerdas de reposición factor clave contra el PRRS. ANAPORC 2001.

LAMANA, J.M. El control de la reposición con una adecuada cuarentena clave para mantener bajo control la infección por virus PRRS. Revista TIERRAS nº 105 (2004).

U.U. KARNYCHUK, H.J. NAUWYNCK. Pathogenesis and prevention of placental and transplacental PRRS virus infection. VETERINARY RESEARCH 2013.

DISEASES OF SWINE. X Edición. Editorial Wiley-Blackwell (2012). 

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Fotos de Jesús Lamana 

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